Tercer retrato que hice con esta técnica. Esta vez utilicé unos post-its más delgados que los anteriores, que eran de tamaño común. Esto me permitió no tener que hacer tan grande el retrato y así poder detallar sin necesidad de hacer cortes transversales (solo perpendiculares), que es una de las limitantes que me puse para este retrato.
El resultado me gustó bastante, aunque a diferencia del primero, que fue totalmente intuitivo, aquí está muy “perfecto”, cosa que no está mal para retratos por encargo, pero que en obra personal espero no limitarme buscando esa “perfección” y así lograr resultados más inesperados. Lo que me gusta de esta técnica es corroborar que para “pintar” se puede hacer con materiales inimaginables, pues todo se trata de la luz, de crear profundidad en el retrato a través de las distintas tonalidades. El camino de la pintura es algo que apenas comienzo a recorrer de forma autodidacta y me emociona seguir descubriendo cosas a partir de la experiencia. El título se debe a que así llamo a mi hermana Marlene, la modelo de este retrato.
Me gusta trabajar de la mano con mis clientes, por lo cual puedes sentirte tranquilo de que vas a obtener exactamente lo que deseas.
El proceso comienza con la generación del concepto, tanto las propuestas que yo pueda hacer así como escuchar tus propias ideas
En esta etapa se prepara la maquetación del proyecto y se va puliendo hasta que la propuesta sea aceptada
Una vez definida la idea y estructurados los detalles de la técnica a utilizar, las dimensiones de la obra y los colores, trabajo en tu obra de arte