Este fue el segundo retrato que hice con “Post-its”. Aquí daría un avance muy grande en el manejo de la técnica respecto al primero que hice. Me di cuenta que más que “dibujar” con los post-its tenía que “pintar” con ellos, es decir, beneficiarme de que, al ser translúcidos, podía crear nuevos colores y tonalidades al empalmar uno con otro y así seguir un proceso parecido al que uso cuando pinto con acuarela, por ejemplo. En este retrato le di especial importancia a la mirada, pues ahí es donde generalmente radica la fuerza de un retrato. Una limitante que me puse, a diferencia del primero que lo fui haciendo por pura intuición, fue que aquí decidí no hacer cortes tan pequeños, solamente los necesarios. Otra regla que en los cuatro retratos que llevo hasta la fecha ha sido siempre hacer recortes con forma horizontal, nunca cortes en diagonal. El resultado me gustó bastante, tanto el proceso como el retrato final y enmarcado de la obra. El título se lo puse en honor a mi amiga Martha Maisterra, pues cuando lo vio dijo que se parecía a ella. Sin duda es una técnica que seguiré practicando por lo divertida e innovadora que resulta.
Me gusta trabajar de la mano con mis clientes, por lo cual puedes sentirte tranquilo de que vas a obtener exactamente lo que deseas.
El proceso comienza con la generación del concepto, tanto las propuestas que yo pueda hacer así como escuchar tus propias ideas
En esta etapa se prepara la maquetación del proyecto y se va puliendo hasta que la propuesta sea aceptada
Una vez definida la idea y estructurados los detalles de la técnica a utilizar, las dimensiones de la obra y los colores, trabajo en tu obra de arte