Segundo retrato que hacía con cintas washi tape. A diferencia del primero, el Ray Charles que había realizado dos años y medio atrás, para éste tenía nuevas cintas en donde solo contaba con 6 colores con mucha variedad de tonos cada uno, esto me facilitó el proceso de selección para definir los tonos obscuros, medios y claros. Para la elección del retrato fotográfico a pintar, prioricé que la luz diera de forma lateral para que estuvieran bien diferenciadas las zonas obscuras de las claras. Al igual que el Ray Charles, las cintas las fui cortando a mano. La sensación de irlas pegando fue muy entretenido y sobretodo motivador al ir viendo el avance. La pieza final me gustó bastante. El enmarcado fue del mismo color que la cartulina que utilicé como soporte.