La técnica de entrelazado la comencé como una simple manualidad experimental. El primer ejercicio que hice fue con una imagen del fotógrafo Henri Cartier-Bresson. El proceso me pareció muy divertido, por lo que quise hacer un segundo entrelazado pero esta vez con alguna pintura mía, así que aproveché un retrato que había pintado de “mi musa” Andre Baeza, lo digitalicé y lo entrelacé con la fotografía original. Una vez entrelazadas las dos imágenes, comencé a integrar tiras con diferentes motivos y colores.

El enmarcado lo hice con vidrio en ambos lados para que se pudiera observar el entrelazado de la obra de la parte posterior. Esta técnica me resultó tan divertida que seguí practicándola.